Según relata el portavoz del jurado popular, “el acusado José Bretón Gómez, prevaliendose de su condición de padre y de su mayor fuerza física, confianza de los niños y autoridad sobre ellos, acabó con la vida de sus hijos Ruth y José Bretón Ortiz”. Tras tres días de deliberación, el 12 de julio de 2013, el jurado popular de la Audiencia Provincial de Córdoba le declara culpable del asesinato de sus hijos, Ruth y José, y lo condena a veinte años de prisión por cada una de las muertes, además de la simulación de un delito de detención ilegal o secuestro de menores. De ahí que con 17 años se trasladase de su localidad natal hasta la ciudad de Vitoria para estudiar la carrera de Magisterio. Sus continuos problemas de adaptación en la cárcel de Villena -funcionarios del sindicato Acaip aseguran, entre otras cosas, que terminó poniéndose tapones en los oídos tras quejarse de los ruidos de otros presos al masticar- motivaron su traslado a distintas prisiones, hasta llegar finalmente a la de Herrera de la Mancha (Ciudad Real).
Tras permanecer varias semanas en el Hospital General de Ciudad Real, regresó a la cárcel donde desde hace cinco años reside en el módulo de enfermería. Hay expertos que aseguran que “nunca” y otros que emplazan a una nueva solicitud de libertad condicional en diez años. Aquello no le impidió dar clases de euskera en una academia vitoriana, aunque su falta de constancia y disciplina, tal y como revelan algunos de sus conocidos, le llevó de patitas a la calle y a la búsqueda de otros empleos. En marzo de 2014, José Bretón interpuso un recurso de casación ante el Tribunal Supremo contra la confirmación de la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía por, entre otros motivos, una vulneración de los derechos fundamentales a la presunción de inocencia. Además de los espacios gastronómicos abiertos al público, en el Ritz podemos encontrar otros imponentes salones para quienes quieran llevar su experiencia gastronómica en este emblemático hotel un paso más allá, como es el caso de Tamara y de Íñigo, como el Salón del Baile Real, Salón Felipe IV, Salón Real Academia, o Condesa Maslov. Muy atento el meta del Betis, ya que Luis Suárez entraba a toda velocidad para rematar.
20:56 Minuto 24.- Flojo el remate de Neymar ante Adán tras una combinación con Luis Suárez. Traen inspiración de heno, hinojo, toques de anís y una fruta muy sutil. También el grueso de obsequios de la reina fueron libros, en torno a medio centenar, a los que añadió broches, pañuelos, pulseras, unas gafas de sol, una funda para portátil y dos juegos de delantales de cocina de un restaurante de Huesca. De hecho, algunos presos aseguraron que alardeaba del interés que se había creado en torno al caso y que a los de mayor confianza incluso les había confesado: “Voy a tener que decirle a mi padre que me deje de ingresar los sesenta euros semanales porque los de la tele van a forrarme”. Pese a la filtración de sus palabras, del reconocimiento del delito y del daño infligido, lo cierto es que José Bretón lo confesó en el ámbito estrictamente privado, al contrario que hemos podido ver recientemente con José Ángel Prenda, miembro de La Manada de Pamplona, tras escribir una carta a la Audiencia de Navarra. Kenia Os es una artista mexicana de 23 años que suma ya una amplia discografía musical, con la que ha conquistado ya a millones de personas gracias con talento.
Asimismo, y como dictamina la ley, Bretón tiene derecho a disfrutar de beneficios penitenciarios cuando cumpla la cuarta parte de su condena, es decir, a los siete de los veinticinco años de prisión. No obstante, hay siete capitales del país donde la cifra es aún mayor -Barcelona (40%), Palma (37%), Madrid, Valencia y Málaga (33%), Alicante (32%) y San Sebastián (31%). Así lo afirma un estudio realizado por Idealista en el primer trimestre de 2023. Pero, entonces, ¿cuáles son los lugares más baratos para vivir? Parece ser que el exmilitar se mostraba en Alicante como “un tipo metódico y enfermo de la limpieza. Días después del veredicto de culpabilidad y ya en la prisión de Villena (Alicante), el parricida se mostraba contento por ser el objetivo mediático de la opinión pública. En los últimos meses se habían producido dos asesinatos similares en un corto espacio de tiempo, aunque los investigadores estaban en un punto muerto: no había hilo del que tirar.
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